La digitalización es un proceso que afecta a todos los sectores económicos y que supone una oportunidad para mejorar la competitividad, la eficiencia y la calidad de los productos y servicios.
El sector oleícola no es una excepción. Cada vez son más las empresas que trabajan para brindar una tecnología que permita automatizar la gestión integral de las almazaras.
Se trata de un software 4.0 que pretende garantizar la máxima rentabilidad, sostenibilidad, trazabilidad y calidad en todos los procesos de extracción, almacenamiento y envasado del aceite de oliva. Y por ende, el objetivo es optimizar los tiempos de producción.
Algunos de los procesos clave que se automatizan incluyen la dosificación de talco y agua según la humedad de la aceituna, la regulación de la temperatura y la humedad, la optimización del rendimiento industrial, la gestión del consumo energético, entre otros.
Un ejemplo es la Almazara Óptima 4.0, de España, que se inició en 2022 y que introduce modelos de Inteligencia Artificial para optimizar la eficiencia energética e hídrica en los procesos de producción y mejorar la calidad de los aceites.
Este proyecto está financiado por el Ministerio de Industria y Turismo español en el marco de la convocatoria 2022 de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI), para mejorar la competitividad de la industria española.
Sin dudas, predecir la calidad final del aceite de manera inteligente ayudará a reducir costos, consumo excesivo de recursos y generación de residuos contaminantes, garantizando una producción óptima de aceites de alta calidad.
Según el histórico y famoso matemático Henry Poincaré «duda de los datos hasta que los datos no den lugar a dudas», por lo que disponer de información en tiempo real, dato a dato, de todo el proceso productivo permite la mejora de la gestión, la toma de decisiones estratégicas y la garantía de una trazabilidad completa y veraz.